CONDUCTOS DEFERENTES

Los conductos deferentes  transportan los espermatozoides producido en los testículos.

Se dirigen paralelamente junto con los ureteres hasta la región de la cloaca al proctodeo.

Los conductos comienzan estrechamente al lado de los testículos y gradualmente se ensanchan cuando se acercan a la papila.

Su longitud aparente es de 15 cm, pero tienen numerosas curvas y giros y de hecho miden más de 30 cm. Los conductos deferentes son la localización de la maduración y almacenamiento de los espermatozoides. Terminan en las vesículas seminales localizadas en la pared de la cloaca.

Cada conducto deferente se abre en una pequeña protuberancia, o papila, en la pared trasera de la cloaca.

Los espermatozoides se someten a maduración en el conducto deferente. 

El esperma extraído directamente del epidídimo (rete testis) carece de capacidad fertilizante, mientras que los del conducto deferente puede fertilizar.

Son expulsados durante la eyaculación en las aves sexualmente activas y se necesita de uno a cuatro días para que los espermatozoides se forman y llegan al conducto.

Un gallo sigue produciendo nuevos espermatozoides mientras es sexualmente maduro.